Susana y los carruseles
"¿De dónde emana esta pintura neo-postfauvista o neo-post
diluviana que con arreglo a una visión desenfrenadamente autobiográfica y
casi visceral en su involuntario desprendimiento de toda escuela o moda, nos
presenta. ahora, al cabo de una temporada en Nueva York, de vuelta en
Caracas, Susana Attías? ¿En qué tendencia o moda ubicarla para los que, como
nosotros, amamos las definiciones más que lo que ellas definen?
He presenciado su manera de pintar, su comportamiento y, por
decirlo así, su gestualización ante e soporte (de no importa qué tamaño) y
por más que he indagado en la filiación, el posible origen o la adscripción
de su obra dentro de los moldes de referencia de la transvanguardia o el
arte salvaje no he obtenido, de parte de ella, más respuesta que el silencio
y el desenfrenado vitalismo de sus configuraciones. Susana Attías ha visto
en efecto mucha, muchísima pintura (no negaremos esto), y aunque no ha
seguido las instrucciones o el consejo de ningún maestro, por lo menos
sabemos que ha sido por algún tiempo alumna de la Liga de Estudiantes de
Arte de Nueva York, donde con tanta eficacia todavía perdura el espíritu gestualista de Hans Hofmann.
Deduzco de allí (frente a las carencias conceptuales de una
hiperabundancia cultural como la de hoy) que hay pintores, particularmente
aquellos que, como Susana, saben hacer pinceles y brochas de sus instintos,
para quienes lo que llamamos modernidad o postmodernidad, aparte de
carecer de sentido, se reduce en ellos a un presente sin memoria, a una
palpitación indetenible en la cual ellos viven a sus anchas. Son pintores que,
por un mecanismo perfectamente soldado a su sensibilidad, nunca están más
cerca de sí mismos y de la verdad que cuando ven la tela ante sí como un
espejo posesivo en el cual no hay nada más que lo que hacen lo que sólo
ellos ven. Esto es lo que nos lleva a pensar' que a veces la crítica pierde
un tiempo precioso tratando de explicar aquello que el pintor, expulsándolo
de sí mismo, ha resuelto sin haber buscado para nada una explicación..."
Extracto de "Susana y sus Carruseles"
de Juan Calzadilla